A los 64 años, en Islandia, falleció a causa de una insuficiencia renal un ícono del ajedrez de todos los tiempos. Tuvo una mente brillante y una fuerte personalidad, que le costó el exilio de los Estados Unidos.
¿Cómo se convirtió Robert James Fischer de niño prodigio en enemigo público? ¿Cómo pasó de ícono estadounidense en la lucha contra el oso soviético a ser un apátrida con pedido de captura?Cuando en la ex Yugoslavia disputó el segundo duelo con Boris Spassky, en 1992, cobró 3.350.000 dólares por ser el ganador. Fischer fue acusado por la Justicia estadounidense de haber realizado un negocio en un país sobre el que pesaba un embargo económico, debido a la presión sobre el entonces mandamás Slobodan Milosevic en plena guerra.
Ocho meses estuvo arrestado en Japón, mientras Estados Unidos reclamaba su extradición. Fischer pidió asilo político, renunció a la ciudadanía estadounidense y hasta se casó con su amiga y presidenta de la Federación Japonesa de Ajedrez, Miyoko Watai.
Queda para el recuerdo la carta escrita por Spassky a Bush el 7 de agosto de 2004: "¡Arrésteme, señor presidente! Bobby y yo cometimos el mismo crimen. Aplique sanciones también contra mí. Arrésteme. Y póngame en la misma celda de Bobby Fischer con un tablero de ajedrez". El Parlamento islandés al fin le concedió la nacionalidad por cuestiones humanitarias y la Justicia japonesa lo envió al país europeo. Con un jersey amplio, gorra de béisbol y larga barba gris y blanca, caminaba por Reykjavik. Hasta que la paranoia pudo más: Fischer sospechaba que la CIA lo raptaría para llevarlo y juzgarlo en Estados Unidos.
Fuente: Clarín.com
La carta para el Recuerdo
Señor Presidente,
En 1972 Bobby se convirtió en héroe nacional. Me vapuleó en el match de Reykjavik. La hegemonía soviética en ajedrez se colapsó. Un hombre contra todo un ejército. Poco después Fischer dejó de jugar. Repitió la triste historia de Paul Morphy. A los 21 años de edad, el legendario Paul había batido a los principales maestros europeos y se convirtió en el campeón extraoficial. Dejó de jugar y finalizó su trágica vida a la edad de 47 en New Orleans en 1884.
En 1992, veinte años después de Reykjavik, hubo un milagro. Bobby resucitó y jugamos un match en Yugoslavia. Pero en aquel entonces había sanciones contra Yugoslavia prohibiendo a los ciudadanos estadounidenses cualquier clase de actividad en el territorio de Yugoslavia. Bobby violó las instrucciones del Departamento de Estado. Fue objeto de un pedido de arresto expedido el 15 de diciembre de 1992 por la Corte de Distrito de los EEUU. En cuanto a mí, como ciudadano francés desde 1978, no recibí ninguna sanción del gobierno francés.
Desde el 13 de julio de 2004, Bobby ha estado detenido en el aeropuerto de Narita por infracciones inmigratorias. Los hechos subsiguientes han sido descritos por los medios. Es claro que la ley es la ley. Pero el caso de Fischer no es común. Soy un viejo amigo de Bobby desde 1960 cuando jugamos en Mar del Plata y compartimos los dos primeros puestos. Bobby es una personalidad trágica. Lo comprendí en aquel entonces. El es un hombre honesto y de buena naturaleza. Absolutamente no social. No es adaptable a los estándares de vida de todo el mundo. Tiene un muy alto sentido de la justicia y no está dispuesto a aceptar compromisos ni con su propia conciencia ni con la gente a su alrededor. Es una persona que hace casi todo contra sí mismo. No me gustaría defender ni justificar a Bobby Fischer. El es quien es. Solamente pido una cosa. Y es merced, caridad. Si por alguna razón eso es imposible, me gustaría solicitarle a Ud lo siguiente: Por favor corrija el error del presidente Francois Mitterrand en 1992. Bobby y yo cometimos el mismo crimen. Aplique sanciones también contra mí. Arrésteme. Y póngame en la misma celda de Bobby Fischer. Y proporciónenos un tablero de ajedrez.
Boris Spassky, 10º Campeón del mundo de ajedrez (agosto 7 de 2004).