por GMI Zenón Franco (para ABC Color)
En los próximos días nos honrará con su presencia una leyenda viviente del ajedrez, el Gran Maestro argentino Oscar Panno, para deleitarnos con un repaso a su carrera ajedrecística, durante la celebración del III Magistral Ciudad de Asunción “Copa Roggio”.
Como tal vez algunos lectores sepan, pasé parte de mi niñez en Buenos Aires, en esa época existían las “figuritas”, con sus álbumes, en donde aparecían fotos y una muy breve biografía de los futbolistas de los equipos de primera división, algunos de segunda y hasta de clubes de otros países.
Casi siempre eran sólo de fútbol, pero un año se amplió a otros deportes como automovilismo, atletismo, etc., y ajedrez.
Recuerdo que de ajedrez sólo había dos figuritas, una era del gran Miguel Najdorf, sin duda la personalidad más importante de Latinoamérica durante más de medio siglo, la otra era de Oscar Roberto Panno (Buenos Aires, 17 de marzo de 1935), que ya había sido campeón del mundo juvenil.
El nombre de Panno simbolizó maestría, seriedad, la claridad de conceptos, y sólo se notaba admiración y respeto cuando se hablaba de él durante todo mi período de crecimiento. Su estilo de juego era posicional, basado en una gran fuerza táctica.
También influyó que pasé muchas horas de mi adolescencia en el Club Argentino de Ajedrez de la calle Paraguay, Panno fue campeón del club en 1953 y posteriormente desde 1965 a 1992, al derrotar a todos sus desafiantes, varios de esos matches pude verlos en directo.
Es el mejor ajedrecista nativo de la Argentina de toda la historia, recordemos algunos de sus antecedentes: Panno comenzó a jugar ajedrez en el Club Atlético River Plate en 1947, a los 12 años, en parte por casualidad, ya que la razón inicial de la asistencia al club era la posibilidad de acceder a la pileta, pero pronto quedó fascinado por el juego.
Panno agregaría otros dos factores importantes para su dedicación al ajedrez, una fue la columna de Roberto Grau en el diario bonaerense La Nación, y otra la posibilidad de recibir clases de otro grande del ajedrez argentino: Julio Bolbochán.
“En verdad, ya a los 18 años era un jugador con experiencia. Al poco tiempo de llegar a River comencé a tomar clases con Julio Bolbochán. El fue mi profesor y, además, el que me preparó y me acompañó al Campeonato Mundial. Su ayuda fue fundamental en el título de Dinamarca…” comento Panno, que fue el primer ajedrecista argentino y sudamericano en alcanzar un título mundial de la FIDE.
El año 1953 fue extraordinario para Panno, con cinco títulos: obtuvo el Campeonato Argentino Juvenil, en mayo ganó el Magistral del Club Argentino, en julio conquistó el Mundial Juvenil; a su regreso, en septiembre, se consagró campeón del Club Argentino tras batir a Luis Piazzini y, en diciembre, tras recibirse de maestro mayor de obras, en la escuela Otto Krause, con 18 años, se convirtió en el campeón argentino más joven de la historia. Como curiosidad, en los 5 primeras partidas en las que se enfrentó a Najdorf, el score fue de 5 a 0 a favor de Panno.
Volvió a ser campeón argentino en 1985 y 1992, fue campeón sudamericano en 1957 (Río de Janeiro) y 1969 (Mar del Plata), y campeón panamericano en Bogotá 1958.
Se convirtió en Maestro Internacional en 1953, y en Gran Maestro en 1955, a la edad de veinte años, una edad muy temprana en ese entonces.
Representó a la Argentina en 11 Olimpíadas de ajedrez, en Ámsterdam 1954 Argentina fue subcampeona, mientras que en Múnich 1958 y Varna 1962 fue tercera; Panno fue Medalla de Oro al mejor segundo tablero, en la Olimpíada de La Habana 1966.
En otra faceta destacada, recordemos que Panno fue analista de Viktor Korchnoi en el encuentro que éste sostuvo contra Anatoli Karpov por el Campeonato del Mundo, en Baguio, Filipinas, en 1978.
Una variante de la Defensa India del Rey lleva su nombre: 1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.Cf3 d6 5.g3 0-0 6.Ag2 Cc6 7.0-0 a6 8.h3 Tb8, etc.
Cuando terminó tercero en el Interzonal de Gotemburgo, Suecia, 1955, delante de futuros campeones del mundo como Petrosian y Spassky, por su juventud, talento y capacidad de trabajo, se hablaba de Panno como un aspirante al título mundial.
Sin embargo su vida tomó otro rumbo, si bien jugó torneos durante toda su vida, entre 1958 y 1968 se dedicó a la Ingeniería, dejando algo relegada su carrera ajedrecística.
En su retorno a las competencias, ganó torneos importantes: Buenos Aires 1968 (+8, =2, -1), Palma de Mallorca 1971 (+7, =8), Palma de Mallorca 1972 (+6, =8, -1), etc.
Veamos lo que dice Sergio Slipak en el libro “Secretos del Ajedrez Argentino”: “…Oscar es y será “El ingeniero”, y como tal, una virtud que se me hace inmediatamente presente al pensar en él, es su racionalidad, su impecable lógica. La actitud científica ante cualquier problema dentro y fuera del tablero. Esta es una cualidad fácil de descubrir con un análisis hasta superficial de sus partidas, pero la otra virtud que mencionaré, ha saltado a mi vista en cosas ajenas al ajedrez: su increíble amor propio. Sin duda muchos de sus éxitos ajedrecísticos se han basado en esta columna vertebral. Esta cualidad es una de las que no es fácil apreciar simplemente estudiando sus partidas. Lo he visto en canchas de tenis, pádel y en otros juegos,… o en simples intercambio de ideas….”
Promotor de los valores educativos del ajedrez, participó y participa activamente en la docencia, enseñando, además de en el club de sus amores, River Plate, en el Círculo de Ajedrez de Villa Martelli, el Colegio Nacional de Buenos Aires, etc.
En julio de 2006 la Legislatura de Buenos Aires lo nombró “Personalidad Destacada de la Cultura”.
Panno ya estuvo varias veces en Paraguay, donde tiene muchos amigos, y dará una conferencia sobre su carrera y una clase magistral durante el III Magistral Ciudad de Asunción “Copa Roggio” el próximo 22 de mayo a las 15 horas en La Pérgola Jardín Restaurant; asistir es un gran privilegio al que ningún ajedrecista debería faltar.